Todo esto demuestra sin lugar a dudas de que tu capacidad de ser feliz o infeliz depende sobre todo de tí misma y de cómo creas que el mundo te está tratando. Si crees que el mundo te debe algo, sufrirás. Si crees que el mundo te aporta innumerables cosas buenas, serás feliz.Una relación es cosa de dos y cuando falta uno no hay por donde tira